George Clooney advierte: sí, la historia se puede
repetir
por Ted Requard*
George Clooney es estrella de Hollywood. Han votado
por él para que sea considerado uno de los hombres más sexys del mundo por su
actuación en películas ligeras. Pero ahora quiere convertirse en hombre “serio”
produciendo, realizando y actuando en la película “Good night and good luck.”
Esta película trata de la caída de uno de los políticos más amenazantes en la
historia de EEUU, el senador Joseph McCarthy.
McCarthy se hizo elegir senador republicano en los
años cuarentas y desempeño su papel sin llamar la atención hasta el día
de 1950 en que proclamó que había unos 200 comunistas en el gobierno encabezado
por el presidente demócrata. A partir de esta acusación, McCarthy comenzó una
serie de investigaciones que duraron cuatro años y con las que sembró el terror
a través del país.
El periodo inmediatamente después de la Segunda Guerra
Mundial fue uno en el cual el ciudadano estadunidense estaba aterrorizado por
la Unión Soviética y por el espectro de un comunista detrás de la puerta o bajo
la cama. Este temor no estaba sin base en la realidad. Alger Hiss, antiguo
ayudante del presidente, fue condenado por haber mentido sobre su participación
en el partido comunista. Peor aún, dos empleados del gobierno, Julius y Ethel
Rosenberg, fueron condenados a muerte por haber entregado secretos acerca de la
bomba atómica a agentes soviéticos. Por lo tanto, la acusación inicial fue
considerada creíble.
Sin embargo, durante cuatro años las acusaciones
se volvieron cada vez más extremas. La FBI (la Agencia de Inteligencia Interna)
filtró a McCarthy los nombres de centenares de personas que la Agencia venía
observando por toda clase de razones: alcoholismo, homosexualidad, altos
niveles de deuda, y comentarios críticos hacia el gobierno. Desde su puesto
de líder de un comité del Senado,
McCarthy denunció a muchos sin comprobar la acusación y sin dejar al acusado la
oportunidad de presentarse frente al comité y defenderse. Logró destruir la
carrera de muchas personas inocentes. A partir de la información personal
proporcionada por la FBI, denunció también a otros políticos, periodistas y
escritores que se atrevieron a criticar las medidas del senador.
No obstante, después de un reinado de terror que duró cuatro años, un reportero de
televisión, Edward R. Murrow, atacó al senador, denunciando sus medidas y sus
mentiras, y resistió al contraataque de éste. (El título de la película
proviene del hábito de Murrow de, al terminar sus comentarios semanales,
despedirse de todos diciendo “Good night and good luck.”) Poco después el
Senado comenzó su propia investigación sobre McCarthy, quien terminó con una
acusación de conducta inaceptable. Poco a poco la presunción de inocencia se
restableció en la sociedad americana, aun cuando se tratara de una acusación de
ser enemigo del Estado.
Con su nueva película, George Clooney recuerda una época
en que la mayoría no se atrevía a protestar por las medidas que tomaba el
gobierno por miedo de ser acusado de deslealtad. Además, aunque Clooney se
rehúsa a confirmarlo, hay muchos que opinan que, al mismo tiempo, se refiere a
la situación actual. En primer lugar, apuntaría a las medidas actuales de los
halcones que cuestionan la lealtad de senadores y periodistas que protestan la
justificación de la guerra en Irak. En segundo lugar, señalaría las medidas
incorporadas en La Ley Patriota, las cuales permiten a la FBI requisar datos
personales de bibliotecas, bancos, iglesias, etc., sin que los ciudadanos
puedan protestar y sin que un juez decida que la demanda está justificada. (Ha
habido 30,000 requisiciones desde el 11 septiembre de 2001). Clooney recuerda que en los años cincuenta la FBI
estaba dispuesta a utilizar datos personales para fines no justificados y aún
escandalosos.
Clooney advierte: sí, la historia se puede repetir.
* Estudiante canadiense, Español Intermedio 3
UNAM-ESECA
en Gatineau, Québec, Canadá
2trex@rogers.com