Dar a luz
por Katharina Kreindl*
Derechos de las mujeres durante el
embarazo , el parto y el periodo posparto
De inicio, quiero explicar por qué me interesa tanto escribir sobre este
tema. Soy partera de Viena, Austria. He estado viviendo en México desde hace un
año y medio, por el momento estoy estudiando español en el CEPE de la Ciudad de
México.
Comparto una casa con una amiga que va a dar a luz por enero de 2007.
Por esta razón, últimamente he investigado mucho sobre el sistema de salud en
el D.F. . Así pues, por los resultados de mis investigaciones, me siento
responsable de dar un resumen sobre los derechos de las mujeres en el momento
del parto.
El parto es un proceso natural y fisiológico. Es una experiencia
inolvidable para las mujeres y produce tanto una riqueza como un crecimiento
mental y físico. No es una enfermedad, como muchos médicos nos quieren sugerir.
El derecho a un parto natural y digno tendría que ser aceptado como un
derecho universal de las mujeres. Sin embargo, los procedimientos médicos que
se utilizan en los hospitales públicos y en las clínicas privadas, en la
mayoría de las veces, son peligrosos e inapropiados, pues con frecuencia
atentan contra los derechos humanos básicos de las mujeres y sobre todo contra
los derechos de las niñas y los niños recién nacidos, quienes deben ser
recibidos en un ambiente segura y tranquila.
En seguida, presento algunos ejemplos de un parto en dignidad.
En primer lugar, el respeto a las mujeres. Un parto nunca debe parecer
rutinario y mecánico para quienes lo atienden. Tiene que realizarse en
privacidad física. Hacer tactos vaginales como rutina es una violación contra
los derechos fundamentales para tener autoprotección. Dar un entorno de
seguridad, con explicaciones claras, brindar comprensión a la mujer,
tranquilidad y paciencia, es inalienable.
En segundo lugar, las mujeres deben estar en posición de tomar sus
decisiones. También ellas deben tener el derecho a decidir quiénes desean que
las acompañen en el trabajo de parto. Todos, personal médico, parteras,
miembros de la familia, pareja y amigas deben de estar en invitados por ellas.
También es recomendable que esté con los mismos profesionales durante todo el
periodo de embarazo, parto y posparto, para sentirse segura y en confianza.
Aparte de eso, es urgente incorporar parteras en el sistema de salud,
como las más indicadas para atender los partos en casa o en el hospital,
siempre con el apoyo del sistema médico, en caso de haber complicaciones. Las
parteras son especialistas en el parto fisiológico y natural, pues saben
respetar el tiempo que necesitan la madre para dar a luz y el bebé para nacer.
Las mujeres también deben tener el derecho de elegir el lugar del parto,
sea el hospital o su hogar. Diversas investigaciones dicen que el parto en casa
favorece a las madres y a las/los niñas/niños, porque el ambiente les es
conocido y familiar. Y en caso de emergencia, tienen que ser bien atendidas por
los servicios médicos.
Además, las mujeres deberían tener el derecho a la información gratuita
acerca del proceso del parto natural y saludable. La información tiene que
incluir lugares, como hospitales para dar a luz, al igual que espacios
alternativos a las instituciones acostumbrados; por ejemplo, parir en agua para
aliviar el dolor o estimular el parto con métodos naturales, reconocimiento
sobre amamantar, etcétera. La información tiene que ser precisa, clara y
sencilla. Las mujeres tienen que conocer las posibles intervenciones
quirúrgicas que puedan causar daño alguno durante el parto. El consentimiento
de ser informadas significa poder decidir y tener el derecho de decir sí o no,
y ser respetadas.
Madre, bebé y, si existe, la pareja, son los protagonistas en este
periodo de vida. Todas las demás personas tenemos un papel secundario. Como el
personal médico y otras instituciones.
Sólo al respetar los deseos y los sentimientos de las mujeres, podemos
crear una manera de vivir un embarazo y parto bonito y seguro. Por eso, pienso
que es necesario unirnos para la humanización del parto, del nacimiento de la
vida.
Sobre todo, creo en la fuerza de nosotras, de las mujeres. Tengo
confianza en nuestra intuición. Y, estoy segura de que con el apoyo y el ánimo
de nuestras amigas y nuestros amigos podemos lograr una vida feliz y digna.
Inspiración para este articulo:
-mi amiga embarazada e
-información sobre los derechos de las mujeres en el parto, www.cosmovisiones.com/primal