Normalmente casi no hacemos contacto físico. Entre amigos, se agita la mano. Hacemos una
reverencia profundo a la persona mayor. Hasta en la
pareja, no se estrechan la mano ni se abrazan ni se besan en la calle.
Porque pensamos que la persona discreta es una virtud.
Me extraña que los jugadores japoneses de béisbol saluden juntando las
manos para rezar. Es que en Japón, nadie saluda como los jugadores.
*Estudiante japonés de Español,
Intermedio I
CEPE, UNAM, México