La salud mental y los casinos
Roger Verreault
Cada vez se producen en nuestra sociedad más problemas de salud mental relacionados con los juegos de azar. Estos juegos deberían ser una forma de diversión aceptada y difundida, pero por qué oímos hablar de tantos problemas, pues? En las generaciones pasadas, siempre nuestra gente se entregó a juegos de azar, por ejemplo, el bingo, las carreras de caballos, hasta las salas de boliche. Causaron problemas, sí, pero hoy tenemos nuevos fenómenos de tamaño sin precedencia, como los casinos y en el internet la gente puede fácilmente entregarse al juego.
Se dice que la mayoría de los jugadores se conduce de manera responsable, y busca sólo la diversión. Algunos tienen un final muy poco decoroso, pierden todo lo que poseen y llegan hasta el suicidio. Aquí en Hull, se dice que desde la aparición del Casino de Hull, la violencia a la mujer se ha triplicado, y que los centros de crisis deben intervenir varias veces por semana para ayudar a jugadores suicidas. Yo también supe recientemente que una persona conocida mía perdió sus dos restaurantes en una noche de pasión por el juego. Los psiquiatras explican que el problema del juego de azar designa un comportamiento que compromete, perturba y desorganiza la vida personal, familiar o profesional. El juego patológico es un trastorno del control de los impulsos. Esta enfermedad puede ser diagnosticada y tratada.
Claro que los gastos sociales para la sociedad no deberían ser ignorados. Mediante la sensibilización y la educación del público, todos deben compartir la responsabilidad. Un cantinero tiene la obligación legal de detener al bebedor que se ha emborrachado un poco de más. Pero qué pasa con la persona que da las cartas a un jugador que tiene mala suerte? En los Estados Unidos ciertos casinos dan cursos a sus empleados para que reconozcan al jugador demasiado intenso. Aquí en Quebec, los casinos tienen programas de autoexclusión, en los cuales la persona voluntariamente da su foto y su nombre al personal del casino, para que no le permitan más la entrada. Por otro lado, hay el ejemplo de las cinco tribus amerindias del estado del Dakota del Norte, que se han unido ala asociación de salud mental de este estado para tratar de ayudar a los jugadores compulsivos, y se dice que su programa es el primero de este tipo. En otros lugares también existen diversos servicios, hasta sitios internet que tratan de salud mental, que son actualmente patrocinados por ciertos casinos.
En conclusión, podemos decir que sí, los casinos están aquí para quedarse, que sí hay vínculo entre la salud mental, y que sí parece que "lo bueno crece con lo malo". Buena suerte!