Niña al agua
Daria Lemesheva*
Cuando tenía seis años, fui a un agradable centro de descanso con mi tía y su familia afuera de Moscú, a poco más de dos horas. Era un lugar ideal para convivir con la naturaleza y disfrutar de un fin de semana alejados de la ciudad ruidosa. Rentamos una cabaña acogedora en la orilla de un lago pintoresco cerca del bosque. Antes nunca había viajado sin mis padres, pero no había nada como pasar unos días tranquilos entre hermosos paisajes. Lo mejor de todo era que podía jugar con mi prima Natalia tanto como quería.
Un día nublado y lluvioso decidimos dar un paseo por el embarcadero. Сomo hacía frío, me puse una chaqueta abrigada y botas de hule. Mi tía quería tomar una foto con un lago y un bosque de fondo. Tomando la iniciativa, mi prima y yo subimos a una de las lanchas. El tío ayudó a Natalia a salir de la lancha. Yo estaba segura de que no necesitaba su ayuda, hasta que caí al agua. Claro que me mojé, pero, afortunadamente, mi tío me sacó del agua con el pie.
*Estudiante de Rusia del curso Español 3
CEPE-Polanco, UNAM, Ciudad de México
Imagen: freepik.es
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