Cosas de la vida real
Miguelina Babinski
Introducción
Me gusta mucho escribir en español. El texto a continuación forma parte de una serie de nueve diarios que llamé Cosas de la vida real y que cuentan el penoso proceso de la venta de mi casa. El Noveno episodio resume las principales etapas recorridas durante los meses de octubre y noviembre del 2005. En el día del cierre de la venta, el 1ro de diciembre, debería tener mi dinero en mi bolsillo. ¡Estará tirado!
Cosas de la vida real
Noveno episodio
Con respecto a mi casa en venta, cuando miro atrás, me doy cuenta que la primera oferta de compra databa del 12 de octubre pero, en este momento, mi casa no está vendida todavía. ¡Qué ocurrió! La primera oferta era muy tentadora, equivalía a 2,000 dólares más de lo que buscaba; sin embargo, la compradora no encontró el financiamiento porque ella contaba con la venta de su propia casa para obtener el dinero. Después de esta decepción, pasó un período tranquilo, larguísimo, un momento de expectativa muy duro. El mercado no se movía.
Mientras tanto, hice reparar los neones en el sótano, cambié las bombillas en todas las recámaras y compré un desodorante en aerosol para rociar todas las habitaciones de la casa ,que tenía mal olor debido a los tres gatos que vivían ahí antes.
¿El mercado estaría muerto hasta cuándo? La agente inmobiliaria organizó un “Open House" y al mismo tiempo, bajé el precio a fin de que se moviera el mercado. Por fin, una oferta llegó y contra toda previsión, esta oferta venía de parte de la misma señora de la primera oferta, y esta vez, había obtenido el financiamiento, su casa estaba vendida.
La oferta comprendía dos condiciones: obtener un certificado de validez y un certificado de estado. El certificado de validez confirma que la propiedad no tiene ninguna falla de construcción o cualquier reparación costosa que hacer. El comprador debe pagar un especialista para hacer este certificado. La fecha de esta condición ha sido negociada y fijada para el 14 de noviembre. En cambio, el certificado de estado se obtiene por la administración del condominio, que tiene legalmente diez días para prepararlo, pero me dijeron que podía producirlo en cinco días. De todos modos, la fecha más importante es la del cierre de la venta, fijada para el 1ro de diciembre de 2005. A causa de los impuestos, hay que vender la propiedad en 2005, eso es lo que cuenta.
Entretanto, este momento de la gran final no significa que no tenga otras oportunidades. En efecto, la oferta tiene una particularidad que se llama “Right of First Refusal” que significa que la casa se encuentra siempre en el mercado. Si obtuviera otra oferta más interesante, digamos superior en 5,000 dólares a la oferta actual, en ese caso, la señora de la oferta actual tendría 24 horas para pagarme definitivamente, si no, yo aceptaría la oferta superior a la suya.
Eso no ocurrirá, o sea, aceptar otra oferta, porque me resulta penoso pensar en negociar otra vez por un mes otra oferta siempre con condiciones y con un comprador que me prometerá, tal vez, una suma extraordinaria, pero que no podrá obtener el financiamiento. Espero sólo que me vaya bien con la oferta actual porque estoy a punto de perder la paciencia y: “Más vale pájaro en mano que cien volando.”
* Estudiante canadiense, Español Intermedio 3
UNAM-ESECA en Gatineau, Québec, Canadá