Estas son palabras de la segunda estrofa del Himno Nacional de la República de Colombia, escrito por el presidente Rafael Nuñez en 1887, originalmente como una oda para celebrar la independencia de Cartagena de Indias, interpretado por primera vez el 11 de noviembre de ese año, día en que se celebra la independencia de dicha ciudad.

Fue Cartagena de Indias el primer territorio nacional en declarar su independencia, el 11 de noviembre de 1810, y la segunda ciudad de Suramérica después de Caracas.

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Hay que tener en cuenta que estas fechas se conmemoran por ser fechas decisivas en lo que más adelante resultaría la verdadera independencia. También marcan el comienzo de grandes cambios en la forma de pensar, pero más que todo en la forma de actuar, por parte de criollos y nativos.

No es sino hasta algunos años más tarde, nueve en el caso de Colombia, después de conflictos, luchas y guerras, cuando los países americanos adquieren su completa independencia y libertad. En Colombia, el 7 de agosto de 1819, aunque siempre se conmemora el 20 de julio de 1810 por ser cuando se marca el inicio decisivo del proceso hacia la libertad.

En el caso de Colombia se necesitó de "un pretexto" para el comienzo de esta lucha. Pretextos o motivos en sí, los había, y muchos, tales como:

·                     que en las juntas realizadas entre 1808 y 1810, a pesar de que los criollos fueron invitados, la representación era mínima: entre 36 peninsulares, había tan solo 9 americanos;

·                     el arresto, el 10 de agosto de 1809, del presidente de la audiencia de Quito, el Conde Ruíz de Castilla; sus ministros fueron sustituidos por la junta suprema de gobierno integrada por la elite criolla quiteña;

·                     los motines de Cartagena de Indias, del 22 de mayo de 1810 y los de Socorro el 9 de julio del mismo año.

Esto por nombrar algunos pocos, ya que se llevaba tres siglos de opresión e injusticias, lo cual ya era razón suficiente de por sí. Sin embargo "no fue sino la discordia de un florero", aparentemente, la que hizo que se desencadenara todo este proceso de liberación e independencia.

El caso del florero de Llorente lo sabe todo colombiano que haya hecho sus estudios en el país, ya que es tema obligatorio e imprescindible en los colegios, dentro de la asignatura de Historia de Colombia.

Al chapetón comerciante José González Llorente se le escogió como a un Judas, ya de antemano, para que fuera junto con su florero, el motivo de la reyerta. Todo fue muy bien planeado. En Colombia, como en otros países americanos, había ya hacía algún tiempo, grupos de intelectuales y de gente culta y reconocida que se reunían para confabular y planear la independencia. Ésta pues, no es el resultado de un hecho furtivo, sino de algo muy hablado, discutido y planeado en muchos de los casos, en tertulias, reuniones y juntas, algo que se venía gestando desde tiempo atrás. De modo que aunque aparentemente se le atribuye todo a este suceso del florero, el origen del primer grito de independencia, hay que tener en cuenta que esto fue tan solo un teatro que sirvió para prender la mecha de este tan importante acontecimiento.

Es sin embargo un cuento muy bueno que todos los estudiantes en nuestro tiempo, aceptamos y comprendemos, pues nos ilustra y da a entender de una manera sencilla y concreta la relación y la problemática que había en aquellos tiempos entre españoles peninsulares, criollos y el resto de la población.

Una versión de la historia completa y detallada de este suceso se encuentra en Wikipedia bajo el título "El florero de Llorente", para quien quiera enterarse del asunto más detalladamente. Yo, para resumir la historia de tal suceso, conocido como "El grito" o "La reyerta del 20 de julio", contaré de forma más concisa y general, lo sucedido.

El 20 de julio de 1810 se niega el préstamo de un florero por parte del chapetón español José González Llorente (hay dudas de si fue un florero o un ramillete...) al señor Luis de Rubio, seguido por los criollos Francisco y Antonio Morales, padre e hijo, quienes aprovechan la situación para levantar al pueblo (eran horas del medio día un día de mercado), que se aglomeró en el lugar.

Pero lo que naturalmente fue el origen de esta reyerta fue el hecho de que en la mañana del 20 de julio, Joaquín Camacho se dirigió a la residencia del virrey Antonio José Amar y Borbón, para solicitar respuesta acerca de una junta de gobierno en Santa Fe (antiguo nombre de Bogotá). La negativa y la arrogancia del virrey, hizo que se procediera a formar la reyerta con la excusa del préstamo de un florero (o ramillete...).

Fueron pues estos sucesos los que dieron lugar a un levantamiento general en el país y fueron el principio de las luchas por la independencia americana.

Nombres muy importantes en la gesta emancipadora como en la campaña libertadora son, por ejemplo, Simón Bolivar, Francisco de Paula Santander, Atanasio Girardot, Antonio Nariño, Francisco José de Caldas, Camilo Torres, Joaquín Camacho, Policarpa Salavarrieta, Antonia Santos, Manuela Beltrán, Mercedes Abrego, Rosa Zárate de Peña y muchos más. Muchos departamentos en Colombia llevan el nombre de estos héroes de la patria, así como nombres de calles, parques o de monumentos erigidos en su honor.

La Casa Museo del 20 de julio, es una construcción colonial, conocida también como la Casa del Florero de Llorente ubicada en la Plaza Bolívar, en Bogotá.

Algunos datos obtenidos de: Colombia al día, de Joaquín Paredes Cruz y de Wikipedia.

* Profesora de Español

 Västerhöjdsgymnasiet / Instituto Rydskolan , Suecia

maclara.87@gmail.com