Kickapoo
Rosemary Esparza*
Kickapoo |
Un día de octubre mi mamá y yo estábamos viendo la televisión cuando vimos un comercial del casino Kickapoo de Eagle Pass en la frontera de Texas con México. Entonces mi mamá me dijo: -"Vamos al casino esta tarde"; yo acepté ir con ella. Salimos como a las cinco y llegamos dos horas después. Un joven nos dio la bienvenida y nos preguntó si habíamos estado anteriormente ahí. Le dijimos que no y nos llevó a una sección para identificarnos, recibir una tarjeta y poder jugar en las máquinas. Sólo queríamos jugar cien dólares. Empezamos a caminar por el lugar y encontramos varias máquinas, pero una nos llamó la atención y apostamos veinte dólares. Unos minutos después ésta se congeló. La mesera nos dijo que habíamos ganado mil dólares. Mi mamá y yo estábamos muy felices porque la suerte estaba con nosotros ese día.
* Estudiante estadounidense de Español 5.
UNAM-San Antonio, Texas, EUA.
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