México: un país que enamora
Judith de Valdemar*
Cuando comencé a clasificar los artículos de la revista Flores de Nieve por país, me di cuenta de lo difícil, pero interesante que es poner en otro idioma experiencias, reflexiones, creaciones, etcétera.
La revista ha sido el lugar donde pueden expresarse estudiantes de diferentes partes del mundo. Estar en un nuevo país y aprender su idioma no es sencillo, pues al mismo tiempo tienen que aprender sobre la cultura mexicana. Por ejemplo, en el artículo Mi primer día en la ciudad, Sureya Melkonian, estudiante de Canadá del Taller de crónica literaria, nos cuenta lo que recuerda de su primera vez en la ciudad de México, a los ocho años, cuando probó alimentos extraños para ella y tuvo experiencias desconcertantes.
Otro artículo que muestra cómo esta revista ha servido como un lugar seguro para expresarse es el de Virginia Laver, estudiante de Australia del Taller de redacción con su artículo La vida durante una pandemia global, donde nos cuenta cómo pasó el tiempo en la pandemia estando lejos de su familia.
Poniéndome a reflexionar sobre los artículos escritos por los estudiantes se me viene a la mente la idea de que ellos ven México de una manera muy interesante, como en el artículo de Ksenija Borojevic, estudiante de Serbia-Estados Unidos del curso Cultura mexicana en doce crónicas, donde nos relata las experiencias con un recuerdo “casi sensorial” de su visita a México años atrás. Tal vez quienes hemos vivido toda nuestra vida aquí, hemos perdido la magia con la que se ve un lugar y ellos, con sus diversos artículos, hacen que recuperemos esa magia.
Los estudiantes que escriben en la revista no sólo muestran maravillas de nuestro lugar de origen, también nos hacen cuestionar aspectos sociales, y eso es de agradecerse. Por ejemplo, en el artículo Una comparación cultural entre México y la provincia de Yunnan de China, Mu Hao, estudiante de China de Español 8, nos narra algunas similitudes entre su país y México, pero también menciona algunos fenómenos sociales de ambos países, como la desigualdad de ingresos y los problemas con las drogas.
Finalmente, algo que se nota en los artículos de cada estudiante, proveniente de muy diversas partes del mundo, es que no sólo se ha enamorado de México, sino también de su variante lingüística y de su cultura, y ha transformado un país extraño o nuevo en un segundo hogar.
*Estudiante de Lengua y Literatura Hispánicas
Facultad de Estudios Superiores, Acatlán, UNAM, Ciudad de México.
Imagen: Judith de Valdemar
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