Historia |
El Segundo Imperio Mexicanopor Georges Bucyibaruta* |
1. Introducción
México vivió una
historia amarga durante las primeras décadas de independencia. Luego de terminada
la "Guerra de la reforma", que había sido dirigida por Benito Juárez en contra
de las intransigentes fuerzas retrógradas del país, y habiendo sido el propio Juárez
electo como presidente constitucional de México, su gobierno estaba prácticamente
arruinado por los años de Guerra Civil; tuvo que suspender por dos años los
pagos de la deuda externa, lo que fue tomado como pretexto por España,
Inglaterra y Francia para intervenir, con lo que se produjo la ocupación de
Veracruz a fines de 1861. Al año siguiente, Inglaterra y España retiran sus tropas
y queda Francia como única nación ocupante. A la sazón gobernaba
en Francia Napoleón III y no le bastaba con ser emperador de los franceses.
Aspiraba a cobrarle a México lo que esta nación le debía a Francia, pero
también, mal aconsejado, quería proyectar sus ambiciones imperiales en
territorio americano y concebir el absurdo de un "Imperio Latino" en Hispanoamérica. 2.
Proclamación del Imperio
El
Segundo Imperio Mexicano nació como un intento del emperador francés Napoleón
III por
fortalecer el papel de Francia como nación poderosa y con múltiples aliados, para
luego enfrentarse a su gran enemigo, el Imperio
Alemán.
El Segundo Imperio
Mexicano es el nombre con el que se conoce el período histórico comprendido
entre julio de 1863 y junio de 1867, en el cual se enmarcó la guerra franco-mexicana. El Segundo Imperio,
llamado así luego de la conformación de un nuevo estado monárquico en dicho
país (téngase en cuenta que el primer Estado Imperial Mexicano fue establecido
de mayo de 1822 a marzo de 1823), fue impuesto por el
poder francés, que nombró emperador al noble austríaco Fernando Maximiliano
José de Habsburgo-Lorena, archiduque de Austria, quien pasaría a la historia
como Maximiliano I de México. Una comisión de
personas relacionadas con el Partido Conservador de México y la Iglesia
Católica, a disgusto con el gobierno de Benito Juárez y en franca oposición a la
Constitución de 1857, llegó en 1863 al Castillo de Miramar, en
Trieste, Italia. Allí se
entrevistaron con el archiduque Fernando Maximiliano de Habsburgo, hermano del
emperador austríaco Francisco
José I. El 10 de julio de 1863, la Junta de Notables emitió el siguiente dictamen,
en el cual se proclamaba el Imperio Mexicano: Primero. La nación mexicana adopta por forma de
gobierno la monarquía moderada, hereditaria, con un príncipe católico. Segundo. El soberano tomará el título de Emperador de
México. Tercero. La corona imperial de México se ofrece a S.
A. I. y R., el príncipe Maximiliano, archiduque de Austria, para sí y sus
descendientes. Cuarto. En caso de que, por circunstancias imposibles
de prever, el archiduque Maximiliano no llegase a tomar posesión del trono que
se le ofrece, la nación mexicana se remite a la benevolencia de S. M. Napoleón
III, emperador de los franceses, para que le indique otro príncipe católico. El 3 de octubre de 1863 en el castillo de Miramar, los mexicanos
ofrecieron la Corona de México al Archiduque austríaco. Para convencerlo, la
delegación argumentaba que el pueblo de México deseaba un príncipe europeo en el trono, y que el
desacuerdo con el gobierno de la República era general. Al ser derrotados los
conservadores en la llamada Guerra de
Reforma, habían decidido buscar apoyo en las casas gobernantes
europeas con el fin de instaurar en México un gobierno imperial afín a su ideología católica;
para ello crearon una comisión que se dedicó a visitar las casas reinantes de
Europa con el fin de obtener apoyo a su causa. Por medio de la esposa española
de Napoleón III de Francia, doña Eugenia de Montijo, contactaron a Maximiliano de Habsburgo,
quien mostró agrado en la empresa y, después de obtener el beneplácito del
emperador francés, el austriaco se embarcó en la aventura. A Napoleón III de Francia le agradó la idea de crear un imperio en México y
decidió apoyar a los conservadores enviando al ejército francés a México, con
el fin de establecer un gobierno pro-francés frente a los Estados Unidos.
El ejército francés fue derrotado en la famosa Batalla de
Puebla (5 de mayo de 1862),
pero al año siguiente regresaron y tomaron la ciudad de Puebla, y
finalmente, con el apoyo de los conservadores
mexicanos, tomaron la Ciudad de México. Ocupada la capital el 7 de julio de 1863, y con ello instaurando el poder de la monarquía
parlamentaria, se declaró a Maximiliano I de Habsburgo emperador de México. Un año más tarde, el 10 de
junio de 1864, Maximiliano y Carlota fueron coronados en la catedral de México,
y su residencia oficial fue el Castillo de Chapultepec, en la Ciudad de México. 2.1. Sistema de
gobierno
1.
Para poder dirigir el
país, Maximiliano propuso la formación de una Junta Superior de Gobierno, que a
su vez elegiría a tres personas para ejercer el poder ejecutivo. Esta Junta,
apoyada por doscientos quince individuos, formaría la Asamblea de Notables, la
cual de inmediato firmó un documento encaminado a dar forma al gobierno
intervencionista que estaba apoyado por una considerable, aunque no
mayoritaria, parte de la población. En él se disponía que la nación adoptara
una monarquía moderada y hereditaria con un príncipe, el cual tendría el título
de Emperador de México. Este título, según se estipulaba, sería ofrecido al
archiduque de Austria, Fernando Maximiliano. Posteriormente se declaró que un Poder Ejecutivo
provisional llevaría el nombre de Regencia[i].
[1] Ahora bien, en el Estatuto Provisional del Imperio
Mexicano, sancionado el 10 de abril de 1865, en relación al asunto fiscal se
señalaba que el Emperador gobernaría por medio de un Ministerio compuesto de nueve
departamentos ministeriales, encomendados;
1.
A pesar de las
críticas a su presencia invasora, desde sus primeras disposiciones Maximiliano
dio muestra clara de su posición liberal con respecto a ciertos asuntos, como
la reapertura de la Universidad, a la cual Juárez, por considerarla reaccionaria,
había clausurado. Durante el Imperio, por ejemplo, no se habló nunca de
arrebatar a los nuevos dueños los bienes nacionalizados del clero. Más aún, una
de las primeras disposiciones del emperador fue conceder la total libertad de
prensa para que todos fueran libres de emitir opiniones, cosa que nunca hizo
Juárez[ii].
[2] Posteriormente el gobierno imperial dispuso que los
curas debían aplicar los sacramentos sin exigir remuneración; las rentas que se
percibían por la nacionalización de los bienes eclesiásticos serían entregadas
al gobierno;
el emperador y sus herederos gozarían, con relación a la Iglesia, de los mismos derechos que gozarían los reyes de España en sus colonias; habría un control civil sobre los
matrimonios, nacimientos y defunciones, así como sobre los cementerios; emitió
la primera ley de trabajo en el México independiente, donde se establecían
jornadas de 12 horas con 2 de descanso, un día de descanso a la semana; se
prohibía el castigo corporal y las cárceles privadas; se establecía la libertad
para escoger dónde trabajar y el libre acceso de los comerciantes a los centros
de trabajo, así como la obligación de los patrones de pagar en efectivo. Fue
una ley muy avanzada para sus tiempos. En fin, el emperador apoyó y emitió
leyes encaminadas a mejorar la vida de la población aún más que el propio
Juárez, una serie de medidas encaminadas a sostener algunas de las leyes
reformistas que se habían dado ya en el gobierno liberal. El tenor de las disposiciones emitidas por el gobierno
imperial no gustó a los conservadores, y mucho menos a la Iglesia, que de inmediato
presionó al emperador para que eliminara todas las leyes reformistas. 2.2. División
territorial
Las divisiones territoriales a través de la historia
de México
generalmente han estado ligadas a cambios políticos y no a una distribución
espacial tendiente a mejorar el desarrollo administrativo, económico y social
del territorio nacional. El 3 de marzo
de 1865
apareció uno de los decretos más importantes del gobierno de Maximiliano para la primera división del territorio del nuevo
Imperio y que fue publicado en el Diario del Imperio el 13 de marzo del mismo año. Dicha misión le fue
encomendada a don Manuel Orozco y Berra (1816-1881) y esta división fue realizada según las
bases siguientes: 1.
La extensión total del territorio del país quedará dividida por lo menos en cincuenta departamentos. 2. Se
elegirán, en cuanto sea posibles, límites naturales para la subdivisión. 3.
Para la extensión superficial de cada departamento se atenderá a la
configuración del terreno, clima y elementos todos de producción, de manera que
se pueda conseguir con el transcurso del tiempo la igualdad del número de
habitantes en cada uno. 4.
La elaboración de esta división es de suma importancia dentro de las divisiones
territoriales que se realizaron, ya que se tomaron en cuenta básicamente
elementos geográficos para la delimitación de las jurisdicciones y el futuro
desarrollo de las nuevas demarcaciones, así como porque dentro de estas áreas
sería mucho más fácil la comunicación y esto influiría en su actividad
comercial[iii].
[3] 3. Decadencia del Imperio
Los rebeldes republicanos resistieron el avance
francés en varias partes del país empleando básicamente las técnicas de guerrilla.
En Tabasco, las fuerzas republicanas frenaron a los franceses al
derrotarlos en la Batalla de El Jahuactal el 1
de noviembre de 1863, la ciudad de Tampico había
sido bloqueada por guerrilleros y, en el sur, Porfirio Díaz, al
mando de 4000 soldados, obstaculizaba el paso desde México hacia Veracruz. A
pesar de ello no pudo impedirse el avance francés, que ocupó Guadalajara en
1864, Aguascalientes y Zacatecas. Los generales republicanos suplicaban a Juárez que
renunciara a su cargo para, de esa manera, poner fin a la guerra de
intervención francesa. Entre ellos destacaban los generales Manuel Doblado y Jesús González Ortega, así
como Santiago Vidaurri, gobernador de Nuevo León y Coahuila. Este
último se unió al bando imperial a causa de graves diferencias entre él y
Juárez. Entretanto, Benito Juárez, debido
a la reducción del territorio republicano, se vio forzado a trasladar
nuevamente su capital a Monterrey. Sin embargo, las fuerzas federales tabasqueñas al
mando del Coronel Gregorio Méndez Magaña, lograrían propinar un duro golpe a las aspiraciones
intervencionistas francesas, al derrotarlos en la memorable Toma de San Juan Bautista el 27 de febrero de 1864, recuperando la capital del
estado Tabasco (San Juan Bautista), cubriendo de gloria a las armas nacionales y
dándoles nuevos bríos para continuar la lucha. Debido a los problemas europeos de Napoleón III
sobrevino un cambio en el panorama para los rebeldes republicanos. Las amenazas
por parte de Francia de retirar sus tropas finalmente se materializaron a
principios del año 1866, lo que
inició el avance republicano hacia el centro del país, puesto que el ejército
imperial no contaba con las tropas necesarias para contener su avance. El gobierno imperial dependía de las tropas francesas
para defenderse de los rebeldes
republicanos que estaban apoyados
por Estados
Unidos, Benito Juárez y
los liberales mexicanos, quienes a su vez,
fueron perseguidos por todo el país, hasta ser arrinconados en El Paso del Norte.La
resistencia guerrillera contra el imperio de Maximiliano fue una constante en varias partes del país,
especialmente en el centro y norte. En el verano de 1866, Carlota viajó a París para
interceder ante Napoleón III y suplicarle que no retirara las tropas de suelo mexicano.
Convencida de que su gestión no tendría el menor éxito, terminó por perder la razón
la cual nunca terminó de recobrar completamente, sobrevivió 60 años y murió en
enero de 1927 en un castillo cercano a Bruselas. En buena medida, la instauración y caída de esta
monarquía se posibilitó más por factores externos que internos. Los planes de
posicionamiento francés en Ultramar aprovecharon el hecho de que los Estados Unidos de América se encontraban inmersos en la Guerra de Secesión, lo que garantizaba que éstos no intervendrían en
posición de apoyar a los federalistas mexicanos que, en buena medida, servían a
los intereses de los Estados Unidos de América. Sin embargo, en 1867 pasarían dos hechos cruciales para el Segundo Imperio
Mexicano:
En 1867 Maximiliano I
de México reorganizó el
ejército imperial, designando a los generales conservadores para altos puestos
militares. El mando recayó en los generales Miguel Miramón, Tomás Mejía y Manuel
Ramírez de Arellano. Sin
embargo, al acercarse las tropas republicanas a México, Maximiliano se trasladó
a Querétaro para continuar la lucha. El 6 de marzo de 1867 el General Mariano Escobedo sitió la
ciudad de Querétaro;
mientras tanto, el General Porfirio Díaz sitiaba
la Ciudad de
México, impidiendo a Santiago Vidaurri reforzar
las tropas imperiales en Querétaro. Después de 71 días de resistencia, Querétaro cayó en
manos de las tropas de Mariano Escobedo; Maximiliano
entregó al general Ramón Corona su espada en señal de derrota y, el 19 de junio, fueron
fusilados Tomás Mejía, Miguel Miramón y el
propio Maximiliano
I[iv][4]. En el
Cerro de las Campanas, Benito Juárez entró a la Ciudad de
México el 15 de julio de 1867; había triunfado la República.
4. Conclusión
La invasión francesa de México fue un intento de
Napoleón III para revivir al Imperio Francés, así como para prevenir el crecimiento de los Estados Unidos a través de alguna anexión de territorio mexicano, la
cual fue devastadora para México ya que sólo ayudó a incrementar el periodo de
inestabilidad y agitación durante parte del siglo XIX. La caída del imperio de Fernando Maximiliano de Habsburgo es
atribuida principalmente a la retirada de las tropas francesas en un momento
crítico. Además las medidas liberales que expidió Maximiliano, le granjearon el
rechazo de los conservadores, con los cuales compartía el gobierno, sin ganarle
a cambio el favor de los liberales republicanos. Aunado a eso, la retirada de
las tropas francesas, facilitó la reconquista de los territorios perdidos. http://3.bp.blogspot.com/_UIgtpy6L1e4/SgvXF7e26cI/AAAAAAAAAmo/AWB3noGziMk/s400/carlota1.jpg 5. Referencias
[1] http//html.rincondelvago.com/segundo-imperio.html,
visitado el 12 de Julio de 2012 [2] http://es.wikipedia.org/wiki/Segundo_Imperio_Mexicano,visitado el 24 de Julio de 2012 [3] http://www.historicas.unam.mx/moderna/ehmc/ehmc12/153.html,visitado el 12 de julio de 2012 [4] http://www.sedena.gob.mx/index.php/conoce-la-sedena/antecedentes-historicos/sedena/efemerides-del-ejercito-mexicano/junio/155-19-de-junio-de-1867-fusilamiento-de-maximiliano-miramon-y-mejia,visitado el 24 de Julio de 2012 6. Bibliografias
1. Pido la palabra, 3er Nivel, Araceli Álvarez Cederborg, Alicia Cervera Surdez
y Rosario Gutiérrez Haces, UNAM ,2005 2. Historia, Cuarto grado 3. http//www.explorandomexico.com.mx/about-mexico/4/258/,visitado
el 13 de julio de 2012 4. http//es.wikipedia.org/wiki/Segundo_Imperio_Mexicano,visitado el
14 de julio de 2012 5. http://es.wikipedia.org/wiki/Segunda_intervención_francesa_en_México, visitado el 24 de julio de 2012 * Estudiante de Español,
Básico 4 y de Historia General de
México CEPE-Taxco,
UNAM, México [i] http//html.rincondelvago.com/segundo-imperio.html,
visitado el 12 de Julio de 2012 [ii] http://es.wikipedia.org/wiki/Segundo_Imperio_Mexicano,visitado el 24
de Julio de 2012 [iii] http://www.historicas.unam.mx/moderna/ehmc/ehmc12/153.html,visitado el 12
de julio de 2012 |
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