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El corrido de la Revolución Mexicana

Gustavo Santana*

Hablar del corrido es trasladarse en espacio y tiempo al México de la Revolución Mexicana. Este movimiento armado marca el inicio de la lucha por librar al pueblo mexicano de la opresión ejercida por la dictadura de Porfirio Díaz, quien gobierna México desde 1876 hasta 1910. La lucha se inicia con Francisco I. Madero, continúa con Villa, Zapata, Carranza, Obregón, hasta concluir en la época cardenista en 1940, cuando se ven realizados algunos de los ideales de la Revolución.


Para escuchar el corrido, oprime aquí

De todo esto da cuenta el corrido, cuyos orígenes se pueden encontrar en el romance español, una forma épico-lírico-narrativa difundida por poetas o juglares, que se ocupaba de contar los acontecimientos principalmente relacionados con temas de amor y desamor, guerras, batallas y tragedias, y que todavía estaba vigente en el siglo XVIII.

Algunas de las diferencias entre el romance español y el corrido se observan en la forma de narrar: ya no aparece la técnica del diálogo, sino que ahora el corridista emplea la primera o tercera persona para contar. He aquí un ejemplo de un romance mexicano de la época colonial:

¿Dónde vas Román Castillo?

¿Dónde vas pobre de ti? (Bis)

Ya no busques más querellas

por nuestras damas de aquí (Bis)

Ahora oigamos el inicio de un corrido

Voy a cantar un corrido

con muchísima atención,

vamos hacer un recuerdo

de la toma de Torreón

(Fragmentos de La toma de Torreón)

Destaca entonces el papel del narrador como participante o transmisor del hecho contado: Ha muerto Don Emiliano/dicen los que a Cuautla van/que lo mataron a tiros/cerca de Tlaltizapán. (Corrido de la muerte trágica de don Emiliano Zapata)

En el análisis de este tipo de composiciones se distinguen las siguientes partes: a) el saludo y ubicación de la narración, b) el cuerpo de la narración, c) conclusión, algunas veces con moraleja y d) la despedida del narrador. Veamos esas divisiones en el siguiente corrido:

a) Escuchen señores, oigan/ el corrido de un triste acontecimiento:/pues en Chinameca ha muerto a mansalva/Zapata el gran insurrecto.

Abril de 1919 en la memoria/quedará del campesino, / como una mancha en la historia.

b) El gran Emiliano que amaba a los pobres, /quiso darles libertad; /por eso los indios de todos los pueblos/con él fueron a luchar.

c) Cayó del caballo el jefe Zapata/y también sus asistentes. / Así en Chinameca perdieron la vida/un puñado de valientes.

d) Señores, ya me despido, / que no tengan novedad. /Cual héroe murió Zapata/por dar Tierra y Libertad.

De las 36 estrofas de este corrido apenas se graban unas nueve. Otro corrido que también presenta variaciones tanto en el título como en su contenido es Nuestro México Febrero 23 o La persecución de Villa, composición del estado de Chihuahua, lugar mencionado en los versos que refieren la expedición punitiva emprendida por el ejército estadunidense después de que Villa atacara Columbus. Los corridos se dedican en su mayoría a los principales protagonistas de esta lucha armada, como son Madero, Zapata, Villa, Carranza y Obregón, en orden cronológico; de ellos se exaltan principalmente sus cualidades de héroes, su papel de líderes, sus ambiciones, sus anhelos, su lucha por la libertad en unos y la lucha por el poder en otros. Estos personajes aparecen en estas narraciones tal y como los ve el pueblo, con sus defectos y sus virtudes, dependiendo de la facción del compositor es su visión del personaje. Entonces, no resulta extraño encontrar corridos de Madero, primero retratado como apóstol de la libertad y luego visto como desleal hacia Zapata al no haber cumplido su ofrecimiento del reparto de la tierra, por citar un ejemplo.

Tal vez, los que mejor librados salen en estas composiciones populares sean Zapata y Villa, a quienes por su destino trágico y el no haber desempeñado cargos en el poder, el pueblo los identifica como personas más cercanas a su origen y a sus valores.

Los temas que podemos distinguir en estas composiciones se relacionan con el papel que desempeñan los elementos que dan identidad al mexicano y a sus costumbres, enfocándose en las cualidades viriles de los personajes descritos, su forma de afrontar la vida, su fatalismo hacia la muerte, sus valores de fidelidad y lealtad hacia los amigos, la familia, su papel de enamorados, su amor hacia la naturaleza, hacia los animales y el amor a su terruño.

El léxico manejado en estas composiciones mantiene un referente regional, y muchas de las palabras retratan el habla popular, sobre todo de las regiones campesinas norteñas y sureñas y los elementos que conforman su medio ambiente.

Además de los corridos dedicados a los protagonistas de la Revolución Mexicana, uno puede también apreciar otros temas, como el papel desempeñado por las mujeres (tal es el caso de la Adelita y de la Valentina), los rifles de los soldados, Carabina treinta, treinta, los dedicados a los caballos, como El prieto azabache, los corridos que realzan la belleza de las diversas regiones de México, etcétera. Basta sólo mencionar que en esta época se confunden los corridos y las canciones que reviven el México revolucionario.

 
Para escuchar el corrido, oprime aquí

Un corrido que sintetiza lo que fue esta lucha armada y la suerte de sus protagonistas es sin duda el corrido de Catarino Maravillas. Y uno de los más bellos por su poesía y su música es el corrido de la Muerte trágica del General Zapata, del cual he citado ya algunos versos.

La forma de interpretación musical puede ser desde una armónica, el acompañamiento de una guitarra, un trío norteño armado de un bajo sexto, acordeón y contrabajo, banda en todas sus variantes, hasta interpretaciones realizadas con instrumentos del mariachi, e incluso grabaciones por grupos de rock. Sin embargo, una experiencia única es escuchar a los músicos que se sirven de un arpa pequeña para tocar estas composiciones en el estado de Zacatecas. Se encuentra tan enraizada esta manera de narrar en los mexicanos, que se ha convertido en el medio por excelencia para contar cualquier tipo de acontecimiento, tragedia u otro hecho que haya dejado su huella en la historia de México; por dicha razón, aunque algunos autores como el mismo Vicente T. Mendoza hablaba de la decadencia del corrido, distante de su forma original, los más optimistas vemos estos cambios como una transformación y evolución del género; ejemplo de ello son las versiones de los corridos contemporáneos, que hacen alarde tanto de lo bueno como de lo malo de sus protagonistas.

En fin, no queda sino seguir cultivando el género en la forma en que uno prefiera, sea escuchándolo, interpretándolo o enriqueciéndolo.

¡Qué viva por muchos años el corrido mexicano!

Para saber más:

�        Vicente T. Mendoza, El corrido Mexicano, FCE, México, 1974.

�        Armando de Maria y Campos, La Revolución Mexicana a través de los corridos populares, Tomo I, México, 1962, Biblioteca del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana.

�        Mario Kuri Aldana y Vicente Mendoza Martínez, Cancionero Popular Mexicano, Tomo II, Lecturas Mexicanas, Conaculta, 2001.

�        Gilberto Vélez, Corridos Mexicanos, Editores Mexicanos Unidos, 3� edición, México, 1990.

�        http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar/act_permanentes/historia/html/cantando_revolucion/revolucion.htm

 

* Profesor de Español
Escuela de Extensión en Chicago, UNAM
gdsantana@gmail.com