Cuentos, poemas, creaciones |
Las huellas de chiclespor Eric Williams* |
Al principio, en un tiempo anterior a las huellas de carbono y a los vuelos
internacionales, había chicles. El aire
era claro, la tierra estaba contenta. Aunque las calles de la gran capital Sin embargo el mundo cambió: la gente se enrrolló
y la tierra se enfermó. Por desgracia —para los
niños de calle— el interés en los chicles decayó totalmente. No importó el
sabor, nadie quería mascarlos más. Pero Apenas los compraban, los tiraban en la basura y por eso la tierra estaba
obligada a consumirlos, pero la tradición quedó a salvo. “Qué tontería,” dijeron muchas personas, “cuando
no masquemos los chicles, será mejor, que no se ponga la goma en las
cajetillas”. Dicho y hecho y por eso los niños de las calles siguieron
haciendo un buen negocio con la venta de estas cajetillas vacías, es decir,
chicles sin chicle. Esta situación absurda habría continuado, si los políticos astutos de la gran
capital no hubieran notado esta locura y aprobado una nueva ley que prohibió
chicles sin chicle. A consecuencia de la cual cayó la venta de
las cajetillas y la supervivencia de los niños (y muchas familias también) estuvieron
de nuevo amenazadas. Los políticos se habían equivocado. Al principio en una ciudad pequeña
del estado Guerrero (que se llama T), la gente empezó a protestar en las calles
por la ley contra chicles sin chicle. En el país se armó un alboroto y hubo
huelgas en todas las ciudades en junio, un mes antes de la elecciones de 2009. Como
los astutos de los partidos grandes habían reconocido demasiado tarde la gravedad
de la situación, la indignación de la gente, logró que el Partido Alianza de
los Palos Verdes ganara una mayoría en el Congreso de la Unión (con una
coalición con el Partido Socialdemócrata Darwiniano), y pasó en los años
siguientes reformas radicales sobre la ecología. Inspirados en el ejemplo de
México, ganaron los ecologistas en varios países en todo el mundo donde hoy se
celebra “C-Day,” el 21 junio, para conmemorar el movimiento
chicles-sin-chicle que comenzó en el estado de Guerrero y salvó la Tierra. El
aire es claro, las huellas de carbono son ligeritas, y los vuelos intercontinentales... * Estudiante estadounidense de Intermedio 3
CEPE-Taxco, UNAM, México.
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