¿Alguna vez has soñado con un lugar que tenga belleza y sea casi perfecto? Pienso que todos sueñan en eso, pero no hay mucha gente que pueda decir que ha visto el lugar de sus sueños. Hacía como cinco años que había visitado México por  primera vez.  Mi familia y yo viajamos a Playa del Carmen por siete días. En esos días México me robó el corazón. Me enamoré de la ciudad, las playas, y especialmente de la gente. Desde ese viaje yo no podía pensar en algo más hermoso. La última vez que fui a México yo no quería regresar a los Estados Unidos. Estuve en Playa del Carmen trece días y pienso que algo  pasó. Cuando estaba allí conocí a mucha gente. También podía platicar de cosas de su vida y cosas que eran importante para ellos.

Una vez cuando fui a Cancún había una niña que se llamaba Marta. Ella solamente tenía seis años y me dio pena ver a una nena así en la calle. Platiqué con ella y me dijo que quería ir a la escuela como los otros niños. Su voz pequeña y su situación me rompieron el corazón. Ése fue el momento cuando decidí que tendría que regresar a México y ayudar a la gente y al país.

Cuando regresé a los Estados Unidos no podía borrar a México de mi mente. Por eso, busqué un programa en mi escuela para que pudiera ir a México y aprender español. Todo el año pensaba en Taxco, cómo sería, como iba a ser la gente, y como iba a estar siete semanas sin mi familia. Pero, ahora que estoy en Taxco estoy enamorada de la cuidad. Mi familia aquí es muy agradable y he aprendido mucho con ellos. Voy a extrañarlos mucho. Nunca voy a olvidar está experiencia. ¡México tiene un gran espacio en mi corazón! Un día voy a regresar a México para que pueda enseñar a los niños que necesitan ayuda.

* Estudiante estadounidense de Español Intermedio 1
CEPE Taxco, UNAM
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